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Hay veces que las palabras no llegan a expresar lo que queremos decir, hay veces que no encontramos el orden para sacar todo lo que llevamos dentro. Tan solo podemos llorar, sentimos impotencia al no saber explicar lo que sentimos, aquello que pensamos y nos inquieta. Pero nadie se da cuenta de que en silencio estas pidiendo a gritos ayuda. De que estas buscando a ese alguien con el que la mirada baste para hablar. Esperando a que llegue y como todos pregunten:
- ¿Estas bien? - Y tu a pesar de todo respondas que si, como siempre haces. Con paciencia esperando a que esa persona sea capaz de mirarte a los ojos y consiga sentir, por un momento, lo que tu sientes, y te diga:
- No, no lo estas.
Que no te pida explicaciones, porque no las hay. Que simplemente te mire, te abrace, te de a entender que efectivamente, no, no estas sola.