Sin sentido.

Cometamos locuras, bebamos vodka hasta que amanezca, fumémonos la noche, bailemos hasta que nos duelan los pies, subámonos a la tarima sin importarnos lo que opinen los que nos miran, hagamos cosas de las cuales a la mañana siguiente nos arrepintamos, cantemos todo lo fuerte que podamos por muy mal que lo hagamos, quitémonos la ropa y durmamos abrazados, hagamos todo lo que siempre quisimos hacer, porque la noche nuestra.

viernes, 1 de julio de 2011

Hay cosas que nunca se olvidan.

La nostalgia de pararnos a pensar. ¿Cuántos besos? ¿Cuántas caricias? Mucho más que demasiadas. Pero, ¿Sabes lo mejor? Siempre estoy deseando la siguiente, porque siempre es inesperada. Sin querer, empezamos a querernos y queriendo, acabamos odiandonos. Y ahora hoy, aún puedo recordar cómo todo empezó todo con un simple juego: Verdad o atrevimiento. La verdad es que estaba loca por ti, pero el atrevimiento fue lo que hizo que esa locura, fuera a más. La única verdad que esperaba, era la que nunca descubrí. La nostalgia de pararnos a pensar: El primer amor, nunca se puede olvidar.
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Aprendí que los amores "eternos" pueden terminar en una noche, que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos. Que nunca conocemos a una persona de verdad, que todavía no inventaron nada mejor que el abrazo de una madre. Que el "nunca más" nunca se cumple y que el "para siempre", siempre termina.